Último día de nuestro maravilloso fin de semana rural. Hoy volveremos a Bilbao, no sin antes visitar un lugar precioso cerca de Potes, el Desfiladero de La Hermida.
Bajamos a desayunar, de nuevo solos. Hicimos las bolsas y saldamos nuestra deuda en Casa Fidela. Fueron 2 noches, 1 con el vale de La Vida es Bella, otra noche 50,00€ con desayuno incluido. Además de las 2 cenas, todo fue un total de 72,00€.
Como comentario personal diré que la casa es muy confortable. Está bastante alejada de Potes, en un barrio muy solitario o tranquilo, según como se mire. Para donde está situada la verdad que la casa está muy bien aprovechada. Sin embargo yo elegiría algo otro pueblecito que estuviera menos a desmano.
Este día nos cundió de lo lindo!
Para empezar bajamos a Potes de nuevo, ya que había leído que los lunes ponen una especie de mercadillo con puestos de productos típicos como orujo y queso. A pesar de que el cielo estaba muy despejado, había bastantes nubes bajas y decidimos no arriesgarnos a visitar Fuente Dé y su conocido funicular. Lo hemos dejado pendiente como escusa para volver a la zona que nos ha encantado!.
La carretera CA-185, que desde Potes pasa por Santo Toribio y Camaleño, finaliza en Fuente Dé, situado 21 km al este. Está situada a 1094 metros de altura, cerrada por una hilera de imponentes montañas: Peña Vieja (82613m), Pico la Padiorna (2319m), Peña Remoña (2247m), Valde-coro (1812m). En ella se encuentra el Parador Nacional de Turismo y la estación inferior del teleférico mediante el que se puede acceder al corazón mismo de los picos.
El enclave es famoso por su teleférico, que salva en pocos minutos 750 m de altura, y sube hasta el Mirador del Cable, a 1.834 m. El pago del viaje en teleférico permite entrar en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Desde aquí es posible dar un agradable paseo por un donde se accede a los famosísimos pastizales de Áliva.
Fuente Dé es también la última parada del autobús que sale de Potes.
– Horario: 10.00 – 18.00
– Precio: Adulto (ida y vuelta): 15,50€ / Adulto (ida o vuelta): 9,50€
– Email: www.turismocantabria.es/es/que-ver-en-teleferico-de-fuente-de/42
Seguido nos dirigimos al Desfiladero de La Hermida que estaba deseando volver y sacar fotos!. Gracias a Fran de la web Rutas por Cantabria (www.rutasporcantabria.com) que nos aconsejó visitar el mirador de Santa Catalina para disfrutar de una vista espectacular de los Picos de Europa y del Desfiladero. Llegando desde Potes hay que cruzar parte del desfiladero hasta llegar al pueblo de La Hermida.
Aquí a mano derecho aparece un indicador verde que pone Linares – Puentenansa. Desde aquí a 30 minutos por una carretera de montaña llegamos al Mirador de Santa Catalina. Primero llegaremos a Linares, después pasaremos Puentenansa y después Cicera, inmediatamente seguido a mano derecha veremos dos indicadores uno de ellos a Santa Catalina y subiremos por una mala carretera de montaña hasta la antena.
Una vez hicimos esta parada, retomamos el viaje de vuelta. La siguiente parada la hicimos para comprar Corbatas de Unquera. No paramos en Unquera, si no que continuamos hacia adelanta incorporándonos en la autovía y en la primera salida que señalaba Los Tánagos y después nos desviamos para parar en el Hotel La Casa Azul Royal (www.royaltreslostanagos.com). Aquí compramos unas corbatas bañadas en chocolate que están de escándalo. 4,50€ la caja.
Nuestra última parada en el camino la hicimos en Castro Uridales. Tuvimos suerte y aparcamos cerca del paseo marítimo. Comimos en un italiano que hay allí mismo. Nada del otro mundo, la verdad. Otra buena sugerencia para comer en marisquerías es la zona del Ayuntamiento. Yo tenía muchas ganas de comer un helado en La Heladería Regma (www.heladeria-regma.com).
Pero a las 15.00 cuando fuimos no estaba abierta. Hicimos tiempo y fuimos a visitar la Iglesia de Santa María de la Asunción, el Castillo Faro, bajamos por el puente romano hasta el rompeolas desde donde se tiene una perspectiva fabulosa de Castro. Para cuando volvimos a la heladería, a eso de las 16.00h la heladería seguía cerrada. Así que decidimos comernos el helado en Bilbao.
Aparcamos el coche, deshicimos el equipaje y salimos a aprovechar lo que nos quedaba de día… Pero eso nos da juego para otro post!
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