Dia 2, Cudillero y Oviedo

Amanece nublado, parece que va a llover… Bajamos al buffet de desayuno, que desde mi punto de vista no merece los 12e que nos costó.

Salimos del hotel a eso de las 11.00 y ponemos rumbo a nuestro destino más alejado: La Playa del Silencio. Para llegar a la playa hay que ir al pueblo de Castañeras.

Playa del silencio (2)

Si vais en verano, resultará imposible acercarse con el coche hasta el mini parking que nosotros llegamos. Aconsejo dejar el coche aparcado en el pueblo y acercarse andando. No tengo ni idea de cuánto tiempo se tarda ni de si resulta fácil el acceso. En pleno marzo a lo que nosotros nos dio tiempo fue a sacar unas fotos desde los magníficos acantilado y vistas.

La longitud de la Playa del Silencio es de unos 510 metros y no es muy ancha. Tiene muy poca arena ya que la mayoría de la superficie es de cantos rodados.

Playa del Silencio

Desde aquí tomamos de nuevo el coche y la nacional y bajamos a Cudillero. 

En Cudillero llama la atención la distribución de sus casas, apiñadas sobre la ladera del monte como ‘empujándose’ para poder ver el mar. Abajo queda el puerto viejo desde donde se contempla la mejor vista con el pueblo trepando montaña arriba. Cudillero -Cuideiru en bable- es una larga calle principal a la que van a dar otras más estrechas casi todas escalonadas. En días lluviosos impresiona ver como baja el agua formando pequeñas cascadas. La villa es punto importante del Camino de Santiago costero. La parte cercana al muelle viejo está llena de bares y chigres, donde se toma sobre todo sidra, y donde sirven sardinas a la plancha, merluza, caldereta, o besugo. Al atardecer llegan las barcas de pesca y se abren pequeños tenderetes, en los bajos de las casas, donde se puede comprar el pescado recién llegado. Al igual que Tazones y Lastres, Cudillero ha sido declarado Conjunto Histórico.

Fuente: El Correo 

cudillero

En este típico pueblito marinero con tanto encanto yo no consejo parar a comer, ya que los precios que pudimos ojear eran un poquito caros. Sin embargo disfrutar del pueblo y tomarse unos culines de sidra en Cudillero es algo obligatorio si visitas la zona.

Va pasando el día y haces un breve alto en el camino parar parar en San Juan de la Arena que no nos gustó mucho en pleno marzo, seguramente en verano será mucho más atractivo.

San Juan de la Arena es una localidad del litoral asturiano que pertenece al municipio de Soto del Barco, en la desembocadura del río Nalón. Se trata de un bello pueblo costero de tradición pesquera que cuenta con una destacable belleza natural. La localidad está considerada la capital angulera de España y su riqueza gastronómica recoge varias recetas de angulas que degustar en sus restaurantes junto a otros muchos productos del mar.  Cerca queda una de las mas bellas playas asturianas, la de los Quebrantos en la desembocadura del río Nalón.

Fuente: www.escapadarural.com

Y como último punto de nuestro itinerario de por la mañana llegamos a Salinas para ver la espectacular playa desde el museo de las Anclas.

Salinas

Es medio día, picoteamos algo por el camino y regresamos al hotel a reponer fuerzas para esperar que el tiempo mejore y salir a recorrer las calles de Oviedo.

Son las 18.00h cuando llegamos a Oviedo. Aparcamos alrededor del parque Campo de San Francisco (zona con OTA) y vamos directos hasta la Plaza de la Catedral. Todo turista que se acerque a la capital asturiana no debe dejar de pasear por el impresionante Casco Histórico ovetense, cuyo elemento más representativo es sin duda la Catedral del Salvador, símbolo de la ciudad.

Muchos conocen Oviedo como la ciudad de las esculturas. En sus calles hay más de un centenar de estatuas, algunas de ellas son obras de artistas de renombre universal. En la plaza de Alfonso II el Casto se encuentra estatua de Ana Ozores, la protagonista de La Regenta, la gran novela de Leopoldo Alas-Clarín, y detrás de ella, en la misma plaza, aparece ante nosotros la imponente fachada gótica de la Catedral de San Salvador, que data del siglo XIV. Por los alrededores de la Catedral, debemos visitar también el antiguo convento, convertido ahora en Museo Arqueológico, y la fachada de Santa María la Real.

Fuente: Oviedo en 48 horas 

Pasamos la tarde recorriendo el Casco Antiguo, observando las muchísimas esculturas que visten la ciudad.

Hacemos un par de paraditas por las tabernas de la Ruta de la Sidra y acabamos la tarde (cómo no) en la sidrería Tierra Astur. De nuevo un 10 en servicio, en comida y en calidad. Esta vez tiramos de carta y recomendación de los camareros. Tomamos unos tortos variados de jamón y picadillo de jabalí y una gran tabla de quesos y embutidos. Las raciones son muy grandes y nos dio mucha pena no poder disfrutar de una de sus fuentes de carne. Dejamos pendiente visitar la zona con unos amigos para poder probar esas gran raciones. Pedimos unos frixuelos con nata y chocolate (crepes de toda la vida) de postre y pagamos 48,91€. Acompañamos la cena con una buena botella de sidra, como no podía ser de otra manera. Al salir nos pasamos por su tienda gastronómica para llevarnos a casa un par de botellitas de sidra y unas cuñas  de quesos variados, que encantaron en nuestra casa.

Sidreria Tierra Astur

Final de nuestro día. Muy completo.

 

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