Hoy visitaremos uno de los lugares más populares de Corfu, el Palacio Achilleion
El majestuoso palacio de la Emperatriz Sisi fue construido a finales del siglo XIX. Sisi compró también todas las propiedades adyacentes hasta el mar para asegurar su acceso a la propiedad desde el mar navegando en barco, creando así lo que hoy en día es el bosque de Achilleion de aproximadamente 8 hectáreas.
Sisi solía visitar Achilleion dos veces al año hasta 1898, día en el que fue asesinada. Su hija Maria Valeria heredó el palacio y lo vendió al káiser alemán Guillermo II, quien realizó varios cambios. Durante la Primera Guerra Mundial, el palacio sirvió de hospital militar para las tropas francesas y serbias. Al acabar la guerra con la derrota de Alemania, el palacio de Achilleion pasó al Estado griego por el Tratado de Versalles.
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En este palacio encontramos muchas referencias a la mitología griega, muebles originales y numerosas pinturas.
- Entrada: 10€ con audio guía incluida
- Horario:
- 1 Abr-31 Oct: 8.00 – 20.00
- 1 Nov – 21 Mar: 800-16.00
- Web: achillion-corfu.gr
- msachill@etasa.gr
Hace mucho calor cuando acabamos la visita. Ponemos rumbo al oeste a la playa de Glyfada. Para llegar hasta ella debemos acceder por una carretera de montaña bastante mas sinuosa que cualquiera de las anteriores y con bien de curvas.
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Al acceder a la playa, como es medio día ya, nos da la sensación de que hay muchísimos coches y poco sitio para aparcar, así que nos movemos siguiendo las indicaciones de Righ Side Beach, para acercarnos a un lateral, que pensamos estará menos masificado. La playa de Glyfada es una extensa playa, protegida por montañas, con numerosos servicios de hamacas, restaurantes y pubs.
En la parte derecha no hay muchas hamacas y para cuando llegamos a eso de las 13h no hay ni un hueco libre. Nos alquilan un par de sombrillas y a la arena. Aquí el agua está calmada y a buena temperatura, no muy fría. La playa en este lado tiene una gran pendiente hasta bajar al agua. Y no es buena para pasear o jugar a palas. En el mar, vemos un parque hinchable para niños y adultos.
Comimos en el restaurante Mexas Club, que estaba justa al lado de las hamacas y tenía cantidad de sitio. Un lugar muy recomendable, calidad, cantidad y precio.
Según va avanzando la tarde, y deja de calentar tanto el sol, la estancia en la playa se hace más agradable.
Por la noche tenemos reserva en el restaurante del hotel llamado Asterias Fine Dining, el restaurante más “elegante” del hotel.