Durante el año 2010 vivimos una de las experiencias más interesantes de todas las que puedo haber plasmado en el blog. Viajé en agosto con mi familia a Egipto para recorrer en 13 días parte de este exótico país. La agencia encargada de organizar el tour fue Royal Vacaciones y el programa elegido fue Egipto: Crónicas de Faraones y Hurghada.
Visitar las pirámides de Giza, callejar por El Cairo, navegar por el Nilo o hacer snorkel en las aguas del Mar Rojo son algunas de los planes que pudimos disfrutar en familia en nuestro recorrido por el Antiguo Egipto.
El viaje Egipto: Crónicas de Faraones estuvo dividido en 3 partes: Iniciamos nuestra aventura navegando las aguas del Nilo durante tres días, visitando famosos templos como Abu Simbel, Edfu o Kom Ombo, dedicamos otros cuántos días a disfrutar de las templadas playas del Mar Rojo en Hurghada y pusimos punto y final a nuestro viaje en el emblemático El Cairo.
1er Día, Viaje a Madrid
Nuestro vuelo con destino Luxor salía desde la terminal T4 de Madrid a las 9.30h de la mañana, así que el día previo al viaje nos acercamos a la capital con intención de dejar nuestro coche estacionado en uno de los aparcahotel que hay por los alrededores del Aeropuerto de Barajas. Escogimos el Hotel SHS Aeropuerto
Llegamos al mostrado de Royal Vacaciones a eso de las 6.00am. El mostrador en la T4 se encuentra según entras en la misma terminal a la derecha. En la fila de mostradores última de todas. Esperamos media hora a que abrieran donde nos entregaron los billetes de todos los vuelos, un par de guías de Egipto y un par de bolsas bandoleras para llevar la documentación durante el viaje. Pasó largo rato también hasta que el mostrador de embarque abrió. Es importante verificar antes de hacer la maleta el peso máximo de nuestro equipaje. Nosotros nos presentamos con 5 bultos de diversos pesos. Tuvimos suerte que entre todos no sobrepasábamos el peso máximo.
A las 9:30 salió el avión con destino Luxor. 4horas y 35 minutos de duración del vuelo que realizamos con la compañía Iberworld. En el mismo avión ofrecen set de almohada, antifaz, manta y calcetines para descansar tranquilos por 5€ (Fecha de actualización 2010). También tuvimos, eso sí de forma gratuita, un desayuno muy completo.
A las 14:30 hora española, 15:30 hora egipcia llegamos al aeropuerto de Luxor.
Nos dirigimos a la terminal del aeropuerto donde nos esperaba ya un representante de Royal Vacaciones y cogimos nuestros visados que estaban incluidos en el precio del viaje. Una vez fuera del aeropuerto, nos dividieron en grupos según la motonave que habíamos elegido. Mientras nos dirigimos al autobús nos encontramos con la primera toma de contacto con los egipcios. Esas constantes insistencias por llevarnos las maletas y pedirnos unas moneditas. A mucha gente le pilló por sorpresa y cayeron. Hay que andar con ojo según se pone un pie en tierra en el país.
De camino a la motonave atravesamos Luxor mientras nos daban unas primeras pinceladas de información acerca de lo que íbamos viendo. La avenida de las esfinges, el Templo de Luxor… ¡Qué ganas teníamos de comenzar el viaje!
Llegamos a la Motonave Amarante, atracada junto a un gran número de motonaves más en el Nilo. En el barco teníamos incluida pensión completo, sin bebidas. A primera vista, un barco normal. Por lo que pudimos ver más adelante, hay barcos mucho mejores que el que nosotros elegimos. El barco tenía cavidad para unos 80 pasajeros. Una piscina muy pequeña. Un bar con el aire acondicionado realmente alto. Los camarotes sin embargo me gustaron mucho cómo estaban decorados, a pesar de que el barco no era nada excepcional.
Nuestro vuelo desde Madrid fue uno de los primeros de llegar desde España a Egipto, por lo que llegamos los primeros al barco y tuvimos que esperar. Mientras tanto, David, nuestro guía, nos estuvo un poquito explicando algunas cosas. Primeramente nos pidió nuestros pasaporte para guardarlos en la caja fuerte del barco y de esta forma no pagar visados de salida y evitar posibles pérdidas. Nos aconsejó que guardáramos todo lo que quisiéramos dejar de valor en los camarotes en la caja fuerte que había en los mismos y nos recordó a demás que en el barco estábamos exentos de pagar propinas a los camareros por los servicios, ya que el importe de las propinas, que eran 38 € por persona, las recogería más adelante para repartirlas.
A las 20:00 nos sirvieron la cena. La mesa la compartimos con un grupo de 4 catalanes recién llegados. Pronto nos fuimos a dormir que el día había sido muuuy largo.