Hoy nos espera un día movido. Visitamos el Valle de los Reyes y los Templos de Luxor y Karnak.
Salimos del barco aún cuando todavía no había amanecido. Son las 5:30am. Cogimos una barquita para cruzar a la orilla occidental del rio Nilo dirección al Valle de los Reyes.
No está permitido sacar fotos en el recinto, así que dejamos las camaras en el autobús. (Entrada: 80 L.E.) La entrada al reciento incluía la visita de 3 tumbas, a elegir entre las 4 o 5 que ese día había abiertas al público. La visita a la tumba de Tutankamon eran 100 L.E. aparte. Al ser el primer día la mayoría del grupo no teníamos libras, pero el guía tenía para cambiaros en caso de que alguien quisiera entrar en la tumba de Tutankamon, no incluido en el precio de la excursión. En el autobús había agua fresquita. 2 botellas pequeñas 1€.
El Valle de los Reyes es un gigantesco parque arqueológico donde se han encontrado hasta el momento sesenta y dos tumas. Todas ellas pertecenen a los faraones de las dinastías XVIII, XIX y XX.
Al entrar al recinto, nuestro guía Mohamed nos dio una explicación perfecta de unos 20 minutos tras la cual tuvimos una hora de tiempo libre para visitar las tumbas. 1º TUTMOSIS III nº34, la tumba de la gran escalinata. Mucho calor para entrar en la cámara mortuoria, incluso agobiante. CONSEJO: un abanico y agua. 2º TAUSERT AND SET NAKH nº14. Una tumba preciosa, me gustó mucho. 3º RAMSES IX, en esta tumba no se llega a ver la cámara mortuoria.
Después de esta primera visita, regresamos el autobús y pusimos rumbo a Hatsepsut, Al-Deir Al-Bahari Temple (Entrada: 30 L.E.). El trayecto no duró más de 10 minutos. La visita del templo es enterita al sol y tuvimos unos 40 minutos para verlo entero. La visita se hace rápida. Para salir del reciento y llegar al parking de autobuses hay que atravesar una pequeña callecilla repleta de tiendas y con egipcios al acecho para comprar.
El templo de la faraona de la XVIII dinastía fue diseñado por su arquitecto favorito Senmut, quier dio forma a la «sonrisa de la reina», tal y como se conoce a este bello monumento. El resultado fue la obra más colosal de la reina Hatshepsut extraordinaria tanto por su emplazamiento como por su concepción.
Cuando falleció el faraón Tutmosis II, su esposa, la reina Hatshepsut, asumió las funciones de su marido, por delante de su hijojbastardo Tutmosis III (hijo de su cónyuge y una concubina llamada Isis). Hatshepsut mandó como regente,, para acabar proclamándose faraona. Adoptó para ello la iconografía, titulación y acciones de los reyes, llegando incluso a vestir como ellos. Todo lo consiguió gracias a un carácter fuerte y una astucia portentosa.
Nuestro siguiente parada fue en los Colosos de Memnon. El trayecto fue de nuevo corto, 15 minutos aproximadamente. Los colosos están al aire libre y la entrada es gratuita. En esta ocasión tuvimos 10 minutos para hacer fotos.
Esta fue la última visita que hicimos en esta orilla del Nilo. Seguidamente, regresamos para coger la lancha motora para atravesar el rio y dirigirnos a los Templos de Luxor y Karnak, concretamente al de Karnak. El Templo de Karnak probablemente uno de los santuarios más grandes de la historia. (Entrada: 65 L.E.). Lo hicimos de este modo para ganar tiempo ya que el autobús tendría que dar un gran rodeo. El calor era cada vez más fuerte y ese era nuestro primer día en Egipto. ¡Menuda traca! A mi personalmente me encantó el Templo de Karnak. Con la avenida de carneros, el patio de las columnas, los monolitos… Me gustó muchísimo. Mohamed nos acompañó durante todo el recorrida dando en cada momento la correspondiente explicación. Cuando finalizamos la visita guiada de 45 minutos aproximadamente, tuvimos otros 40 minutos de tiempo libro. Más que suficiente.
El Complejo Monumental de Karnak tiene un tamaño impresionante, un kilómetro y medio de largo por ochocientos metros de ancho. Se calcula que dentro se podrían construir unas diez catedrales. Se accedía al interior por medio de ocho puertas abiertas en los muros. Más de mil quinientos años se tardó en construir este santuario, dedicado a los principales dioses y egipcios y a los faraones, durante el tiempo en que Tebas era una e las ciudades mas desarrolladas de África.
Del templo de Karnak viajamos en autobús a la última visita del día, el Templo de Luxor (Entrada: 50 L.E.), cercano al muelle donde estaba atracado el barco. Este templo es considerablemente más pequeño, pero muy bonito también. La explicación fue de unos 20 minutos y otros 25 libres.
Más que un templo, Luxor era un palacio donde se adoraba al faraón como si de un dios en vida se tratase. El templo tiene como peculiaridad su forma: es alargado, 230 metros y estrecho . Al acercarse una enorme estatua aparece tumbada en el suelo. Es una de las representaciones de Ramsés II. La otra está situada en París, pues Mamad Alí se la regaló al rey francés Luis Felipe para que la pusiese en la Plaza de al Concorde en 1831.
Los obeliscos se levantaban hacia el cielo para ahuyentar a las fuerzas del mal y atraer el poder de los dioses. En el Templo de Luxor hubo dos, pero Mohammed Ali se los entregó al rey Luis Felipe de Francia. Como su traslado se convirtió en una empresa difícil, solo uno de ellos fue llevado a la capital francesa. El viaje duró dos años y, una vez en Paris, el ingeniero Lbeas lo erigió en la plaza de la Concordia, donde aún permanece hoy en día. En 1980, los franceses renunciarion definitivamente a sus derecho de propedad sobre el segundo de los obeliscos.
Alrededor de la 13:30 llegamos al barco. Comida, siesta, hora del té y chapuzón. El barco ya estaba navegando por el Nilo rumbo a la próxima parada de nuestro itinerario, los Templos de Edfu y Kom Ombo.
A las 17:30 aproximadamente el barco ya había llegado a la esclusa del Esna. Tomó posición para esperar su turno y salvaar el desnivel. Por delante teníamos unos 5 barcos y detrás nuestros pronto se unirían a la espera más de 10 motonaves. A las 19:30 por fin nos dan paso. Mi hermana y yo íbamos un poco apuradas porque queríamos ver cómo pasábamos, pero estábamos en bikini y sin arreglar y a las 20:00 era el cocktail con el capitán. El paso del barco fue rápido y nos dio tiempo de sobra para ir a cambiarnos.
Una cocktail rápido y una cena ligera. Como cada noche, de primer plato ensalada, de segundo plato sopa, tercero a elegir y postre.