La manera perfecta de combinar cultura y ocio en Egipto es descansando unos días en el Mar Rojo. Tras el ajetreado y enriquecedor recorrido por los templos, mezquitas y pirámides del país, llega la hora del relax en una de las zonas más tranquilas y preparadas para el ocio, Hurghada.
Situada en la costa del mar Rojo, la localidad de Hughada está pensada para el turismo de sol y playa. La práctica de todo tipo de deportes acuáticos, muy especialmente submarinismo, es una constante que cada vez cuenta con mayor número de adeptos.
Día 7, Viaje a hurghada
A las 8:00 de la mañana de nuestro séptimo día partimos de nuevo de viaje por carretera hacia Hurghada (www.hurghada.com). Un cambio radical, relax 100% en las preciosas playas del Mar Rojo.
A la 13:00 llegamos al hotel donde nos alojamos en el Mar Rojo, Hotel Continental
Por lo que pudimos observar, Hurghada se encuentra a medio construir. Un 5% de los edificios que vimos estaban ya en funcionamiento. En un tiempo será el nuevo Marbella egipcio. Nos contaron que el turismo que hay por la zona es mayoritariamente alemán e inglés, ya que son los que menos se interesan por la cultura del país y más por el ocio. Por eso no encontramos ni una sola persona en el hotel que hablara castellano.
Un guía de la agencia nos presentó las posibles excursiones a realizar por la zona. Buceo con bombona, snorkel, paseo en quad por el desierto… Elegimos la excursión a Mahmya.
Dia 8, Mahmya
En nuestro octavo día elegimos la excursión a Mahmya, para hacer snorkel (www.mahmya.com) (Precio: 55,00€/ persona).
Nos acostamos tan temprano que me desperté antes de la llamada despertadora de teléfono. Aproveche a sacar unas preciosas fotos del amanecer en el Mar Rojo.
A las 8:00 pasaron a buscarnos para realizar la excursión. Nos dirigimos al puerto a coger un barquito que nos llevara a la isla en cuestión. El barco se quedó en alta mar y pasó a buscarnos una lancha motora. Llegamos a la isla y lo primero que hicimos fue dejar nuestras cosas en las toallas y sombrillas y coger nuestro equipo de buceo.
Estuvimos haciendo una primera toma de contacto con el snorkel en la orilla de la playa, viendo todos los corales y pececitos de colores que había. Después de una media hora, fuimos de nuevo al barco a hacer la inmersión en alta mar. Ese día el mar estaba un poco movidito. Había mucha corriente. Nos ofrecieron chalecos salvavidas para quien quisiera. Al agua patos! Buff era imposible mantenerse en el mismo lugar y mucho menos avanzar con aquella corriente. Había muchos grupos de turistas como nosotros en la inmersión así que yo no tarde en perder de vista al guía. Me quede en lo alto de un arrecife viendo los bancos de peces de colores. Quien pudo seguir al guie vio corales de todos los colores, peces preciosos, más de lo que yo vi.
Esta primera inmersión fue agotadora. Volvimos de nuevo a la isla a comer, estaba también incluida en el precio de la excursión la comida. Después de descansar un rato hicimos la segunda inmersión, pero esta vez desde la playa. Con menos corriente pude ver muchísimos más tipos de corales y peces. Fue increíble. Una experiencia chulísima que recomiendo.
Llegamos al hotel en torno a las 17:30. A pesar de la cantidad de crema que nos echamos para protegernos del sol, nos achicharramos la espalda todos ese día.
Día 9, playa en el Mar Rojo
Acerca del noveno día de nuestro viaje no hay mucho que comentar. Aprovechamos para disfrutar de la playa y de la piscina. Hicimos streeching en el césped y aquagym en la piscina coordinados por una monitora.