Hoy va a ser un día intenso. Visitaremos la catedral de Notre Dame, el Museo Louvre y la Torre Eiffel, ¡qué ganas!.
Para ellos queremos empezar el día cargando las pilas a tope. Desafortunadamente en nuestro hotel no había comedor para desayunar así que tuvimos que comenzar el día con un hambre atroz buscando algún sitio. Mi novio que es muy impaciente no quiso que nos moviéramos un poco y asi que desayunamos en la cafetería frente al hotel. Creo recordar que pagamos 15€ por dos chocolates y dos croissants. No te dan el chocolate ya preparado, sino una jarrita con leche y otra con cacao. Así que te da para tomarte 2 tazas para cada uno.
Al día siguiente y los sucesivos fuimos a una cadena de desayunos Brioche Doree que había en un centro comercial cerca al hotel. Lo más económico y recomendable. Vi muchos por la ciudad. Café o chocolate + zumo de naranja + reposteria= 3,90€.
Bueno, después de ese primer golpe a nuestra cartera nos pusimos a caminar. Para ver un poquito la ciudad decidimos bajar hasta el centro de la ciudad andando. De repente comenzó a llover. Tuvimos mucha suerte pues fue el primero y único chaparrón de todo viaje.
Lo primero que visitamos fue el Palacio de Luxemburgo por fuera y sus jardines Metro Odeón, líneas 4 y 10. El Palacio del Luxemburgo es un monumento de principios del siglo XVII encargado en 1615 por María de Médicis al arquitecto Salomon de Brosse. Actualmente es la sede del Senado de Francia.
Después bajamos a la Cité. Yo estaba empeñada en ir a ver la Catedral de Notre Dame Metro: Cité o Saint-Michel (Línea 4), Station Hotel de Ville (Línea 1, 11), Maubert-Mutualité o Cluny – La Sorbonne (Línea 10), Châtelet(Líneas 7, 11 y 14) a las 14.00 ya que a esa hora había una visita guiada gratuita en español. Así que para hacer tiempo fuimos a ver el Museo Louvre
Estuvimos paseando por los alrededores del museo, admirando muchos de los edificios que lo rodeaban.Para disfrutar a tope del museo os recomiendo que concertéis una visita con audioguia. No es la primera vez que visito una galería de arte acompañada de un profesional y con sus explicaciones de verdad que se aprovecha mucho más. Te cuenta la historia de cada pintura y te ofrece mucha información que complementa perfectamente la visita a la ciudad.
El Museo del Lovre comenzó siendo una fortaleza medieval en tiempos de Felipe Augusto, y de la que aún se conservan los cimientos. Más tarde fue un palacio gótico sobre el que se proyectó el palacio actual del siglo XVII. El Louvre alberga obras esenciales de la pintura medieval francesa y flamenca, además de atesorar creaciones muy emblemáticas del arte egipcio, asirio, griego y europeo.
Cuando llego la hora de visitar Notre Dame nos reunimos con un grupo bastante grande de turistas españoles. Deberían de haber llegado dos guías para explicarnos, pero sólo apareció una. Éramos demasiados, además había más grupos de turistas de otros idiomas por allí también explicando y al final aguantamos 10 minutos en el pórtico de la catedral, porque no nos enterábamos de nada, era imposible escuchar. Yo recomiendo la explicación, lo poco que asistimos estuvo muy interesante.
Ese día comimos en uno de los tantos puestos que hay de comida rápida para comer en la calle. En un restaurante que se llamaba Le Soleir d’Or, cercano a Notre Dame, tenían además una terracita con un puesto de crepes y bocadillos calientes. Muy bien de precio creo recordar. Nosotros cogimos unos bocadillos y como no hacia mala temperatura los comimos fuera. Estaban calientes asi que entramos en calor. A la vuelta de la Catedral paramos de nuevo para tomar un chocolate caliente, esta vez dentro, por los que nos cobraron 10€ por dos chocolates.
Después cogimos el metro y fuimos a nuestra primera visita de la Torre Eifel