Mis suegros nos habían hablado muy bien de Suances y sus alrededores, así que aprovechando un día de vacación en el trabajo, mi chico y yo decidimos hacer una escapada escapada a Santillana del Mar y pasar un fin de semana romántico en la vecina Cantabria. Cambiamos el hotel de Suances por un hospedaje en Santillana, nos habían hablado muy bien de un hostal 2 estrellas con buenos servicios.
Empezamos el fin de semana con una primera parada en Suances. Bajamos desde la zona alta, el barrio de La Cuba, desde donde se puede obtener una maravillosa vista de la Ria de San Martín, hasta la playa. Caminamos por su paseo marítimo, disfrutamos de la tranquilidad del mar, tomamos un refresco en un bar y nos buscamos nuestro restaurante para comer.
Mis suegros nos recomendaron que se comía muy bien y barato en el Restaurante La Darsena. Pues allí que reservamos el día anterior. Comer comimos muy bien, pero de barato nada. Yo creo, aún lo tengo que confirmar, que nos equivocamos de salón. En las mesas de la calle, la gente degustaba raciones y platos que mucho me huele que no eran el menú que nosotros comimos. El salón está gustosamente decorado, con una amplia variedad de vinos, destacando blancos y albariños.
Para comer nosotros pedimos como entrantes Pulpo a la parrilla y una Ensalada de bogavante. Exquisito todo. De segundo, pescado del dia, nos dejamos recomendar por la camarera, que era encantadora por cierto, y pedimos Machote y Rodaballo asado. El rodaballo mucho más gustoso y más cantidad. Sin duda un acierto, no tanto el machote, algo más insípido. De postre un Sorbete de limón al cava y un Tiramisú casero. Todo 100,00€. Sabíamos que barato no iba a ser, pero tan caro tampoco lo esperábamos.
Una vez bien comidos, pusimos rumbo a la Playa de los Locos y a sus acantilados. Desde aquí, una preciosa perspectiva de la zona. Sacamos unas cuentas fotos y ya enfilamos la nacional con destino a Santillana del Mar.
Pasamos la tarde paseando por sus calles, entrando en los comercios y visitando la Oficina de Turismo.
La villa medieval de Santillana del Mar calificada como Conjunto Histórico Artístico desde 1943, es uno de los centros culturales y turísticos más conocidos de Cantabria. Desde la Edad Media ha sido uno de los núcleos más importantes de la región, aunque la presencia humana ya dejó su huella artística miles de años antes en la cueva de Altamira, a escasos dos kilómetros del pueblo.
Cuando ya se puso el sol y empezaba a refrescar fuimos en busca de nuestro hospedaje. El Hospedaje Villa Pilar
El Hostal Villa Pilar únicamente dispone de 2 estrellas, pero para la categoría que es está genial. Hacía mucho tiempo que no nos encontrábamos con propietarios tan amables y que nos ofrecieran un trato tan bueno.
El hostal esta dividido en lo que pueden ser dos partes. Una planta baja con las habitaciones estándar, recepción, una pequeña salita-comedor con chucherias gratis, refrescos por 1,00€ y una filmoteca repleta de DVDs. Lo que más me llamó la atención y más me gustó fue la confianza que depositan Noelia y su marido en sus huéspedes, pues al lado de los refresco dejan una hucha para que te sirvas tú mismo lo que quieras y luego eches en la hucha el importe. ¡Genial!.
Nosotros elegimos una oferta de Fin de Semana Completo, que consistía en dos noches, una en habitación estándar y otra en habitación con jacuzzi, además de los desayunos de los dos días, botella a elegir, bombones y demás.
En el hotel no dan cenas ni comidas, sin embargo en recepción vimos dos folletos de dos restaurantes de comida rápida de la zona que llevaban la comida gratis a la habitación. Una idea genial. Los chicos de la Pizzería Bitinia fueron muy rápidos y abundó la calidad y el precio. Final del día!.