Llegamos a San Petersburgo dispuestos a recorrer esta ciudad en una intensa excursión organizada. Este día de nuevo tuvimos que adelantar una hora nuestros relojes. Para visitar la ciudad escogimos una excursión programada por el barco.
Habíamos oído hablar de excursiones concertadas por empresas locales, de las cuales nos habían dado muy buenas reseñas. Quizá de esta forma hubiéramos podido disfrutar un poco más de la ciudad, porque la verdad que con la excursión que elegimos las 9 horas se nos quedaron cortas, muy cortas. Algunas compañías son ANASTASIA WORLD (anastasiaworld.com), SHOREX (www.shorex.ru), GRANDRUS (www.grandrus.com).
Para visitar Rusia es necesario expedir un visado. En España, se puede solicitar en la Embajada Rusa (www.spain.mid.ru).
El amarre en el puerto de San Petersburgo fue a las 7.00am, pero quedamos a las 8.15 en el teatro para organizar la salida. Nada más abandonar el barco nos encontramos con el control de pasaporte, donde estuvimos alrededor de 20 minutos. Enseñamos el pasaporte, visado previamente firmado y billete de excursión. A las 9.20am salimos en el autobús dirección a la ciudad, para hacer primeramente una excursión panorámica.
San Petersburgo fue fundada en 1703 con la creación de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. La ciudad es atravesada por 65 ríos y canales que forman 43 islas. La idea de Pedro I era crear una Venecia del norte, llena de canales, pero decidió abandonar este plan ya que desde noviembre hasta marzo los canales se congelan y hace difícil transportarse por barcas.
Los canales de San Petersburgo son cruzados por más de 400 puentes, de los cuales 20 son levadizos. Por la noche se corta el tráfico por algunos de ellos para elevarlos y permitir el paso de embarcaciones.
Callejeamos hasta cruzar por el Puente de Anunciación para pasar a la orilla izquierda donde está el centro. Antes el centro estaba en la isla Vasilevski pero se cambió a la izquierda porque esa orilla es más alta y sufre menos por las inundaciones. Desde el autobús podemos ver a orillas del Neba muchas embarcaciones de la marina.
Llegamos a la Plaza de Isaac (Isaakiyevskaya Ploshchad), donde se encuentra la Catedral del mismo nombre. Frente a ella tenemos el Ayuntamiento de San Petersburgo y justo entre los dos edificios encontramos el Monumento del Zar Nicolas I.
La Catedral de San Isaac es la 4ª Catedral de Cúpula, siendo la 1ª la del Vaticano, la 2ª la de San Isaac de Londres y la 3ª la de Florencia. Apenas tuvimos 10 minutos para sacar fotos al exterior, sin ni siquiera acercarnos a la entrada y pasar a verla por el dentro.
Continuamos nuestro recorrido en autobús pasando por el Palacio del Amirantazgo, sin detenernos. La torre del Almirantazgo es el punto cero de la ciudad, desde donde nacen las 3 avenidas más importantes. Vemos el Palacio de Inviernos al que luego visitaremos y cruzamos el Puente Dvortsovyy hacia la isla Vasilevski de nuevo. Paramos para sacar fotos desde Birzhevaya Ploshchad al Malecón del Palacio y la Isla de Las Liebres.
A diferencia de las otras ciudades donde todos los paneles indicativos y los nombres de calles estaban en inglés y en el idioma local, en San Petersburgo estaba todo en ruso, algo que dificultaba el poder saber en qué punto nos encontrábamos y buscarlo en el mapa. Un poco frustrante la verdad.
Continuamos el recorrido pasando por la Universidad para llegar a una tienda de souvenirs llamada Torka. Una especie de supermercado a lo grande. Aquí podemos encontrar matriuskas de todos los precios, postales, llaveros, caviar, vodka,… La tienda también tiene baños. Paramos 30 minutos para hacer las compras y continuamos.
Llegamos al barrio de Petrogrado, en el que se encuentra la Fortaleza de Pedro y Pablo, sobre la isla de Las Liebres. Fue aquí donde el zar Pedro I el Grande fundó San Petersburgo en 1703.
Así como la isla Vasilevski es la isla más grande, la isla de Las Libres es la más pequeña. Se puede acceder a la isla por dos puentes. La fortaleza tiene forma hexagonal y está flanqueada por seis bastiones pentagonales, situadas en cada extremo de la fortaleza. Aunque el recorrido suele iniciarse a través de la puerta de Pedro, nosotros accedemos a la isla por el otro puente, directos a la Catedral.
El edificio que se encuentra a la izquierda de la catedral es la Casa de la Barca. Este edificio fue construido en 1766 por Catalina II en honor a su esposo Pedro. Actualmente alberga una tienda de recuerdos y se venden las entradas para visitar la Catedral. Al otro lado de la Catedral, a la derecha, Tenemos la Casa del Comandante de la fortaleza.
Nos detenemos unos minutos para sacar fotos y nos ponemos en la cola para entrar en la Catedral.
El edifico es una templo ortodoxo pero sin cúpulas y con agujas holandesas al gusto del Zar. La aguja del campanario alcanza una altura de 122 metros y esta coronada por una veleta en forma de ángel. La sobriedad de su exterior contrasta con el interior.
Una vez entramos nos quedamos boquiabiertos. Lo que nos llama la atención es que repartidos por toda la estancia hay numerosas tumbas reales. Aquí están enterrados los miembros de la dinastía de los Romanov, todos en sarcófagos de mármol blanco, excepto los de Alejandro II y su esposa que son de jaspe. Las tumbas sin águilas bicéfalas en las 4 esquinas son pertenecientes a familiares Romanov que no reinaron.
Al fondo de sala se encuentra el iconostasio, situado bajo la cúpula alcanza los 30 metros de altura. Realizado en madera está formado por 43 iconos.
Tras 30 minutos de visita salimos de la Fortaleza sin visitar nada más. Visita Express.
Volvemos de nuevo al autobús y continuamos pasando por delante del Museo de la artilleria de ladrillo rojizo. Giramos a la derecha para cruzar por el Puente de la Trinidad. Pasamos frente al Campo de Marte (Marsovo Pole), y nos dirigimos hacia la iglesia del El Salvador sobre la sangre derramada. Paramos 10 minutos para sacar fotos. Coincidimos con una novia en limusina que se estaban sacando las fotos de la boda. Justo en frente tenemos un mercadillo de souvenir donde nos aconsejan tener cuidado con las carteras y las mochilas.
Vuelta al bus con destino a la Plaza de Palacio, donde almorzaremos en un bar típico. Primero nos ofrecieron para beber a todos o una copa de champan o un chupito de vodka. Luego comida típica acompañada por un grupo de folklore que tocaban y cantaban. La verdad que la comida no nos gustó mucho.
A las 15.00 reanudamos la marcha con destino a la Plaza de Palacio (Dvortsovaya ploschad) y Hermitage (Ermitazh).
El Palacio de Invierno era el lugar más poderoso de la antigua capital zarista. El palacio imperial está considerado en Junio de 2011 como una de las construcciones más bonitas del mundo segun la guía Lonely Planet. (Ver Las 10 construcciones más bonitas del mundo)
Para poder sacar en el Hermitage fotos era necesario pagar un permiso de 5€. La guía no nos aconseja sacarlas, ya que las fotos deben ser tomadas sin flash. Pero yo os recomiendo que lo hagáis. Si el día está bien iluminado, las estancias se ven de maravilla y hay suficiente luz como para poder sacar fotos. Además que merece la pena. Es uno de los palacios más bonitos que he visto por dentro. Es una pena que al entrar te fijes más en las obras de arte que exponen que en las propias salas que son preciosas.
El Hermitage está compuesto por 5 edificios: Palacio de Invierno, Pequeño Hermitage, Viejo Hermitage, Teatro Hermitage y Nuevo Hermitage. El museo expone 10% de la colección, mientras que el otro 90% está en depósitos que se muestran en exposiciones rotatorias. Sólo la escalera centra es original barroca, el resto fue restaurado los propios zares quienes mandan cambiar de estilo porque no les gustaba. A lo largo del museo pudimos ver un precioso reloj de Catalina compuesto de animales que en cada hora en punto todavía se mueven. Sala de Da Vinci con 2 cuadros, Rafael, Miguel Ángel, Velázquez, Goya, Zurbarán, Murillo, el Greco, Rembrandt. Hubo en un apartado de pintores holandeses, un cuadro en los que se ve claramente la diferencia entre la pesadez del tapiz y la ligereza de la seda. Precioso. A mí personalmente no me gusta el arte, pero este cuadro me pareció genial.
El museo contiene entre otras cosas 56 salas dedicadas a Francia. En el primer piso vemos arte del siglo XV al XVIII, mientras que en el 2º encontramos impresionismo del siglo XIX y XX. Como decisión de grupo dejamos de ver cuadros en el piso en el que nos encontrábamos para subir a ver arte impresionista. Renoir, Monet, Cezzanne, Van Gogh o Picasso son algunos de ellos. Para terminar volvemos a la planta 1 y pasamos a través de la Galería Oscura, su nombre es dado porque es una galería que no tiene ventanas, ideal para conservar tapices.
Duración del recorrido en el Hermitage 2 horas. La vista del museo me dejó impresionada. Todas paredes blancas con decorados dorados y tonos verdosos. Precioso. Merece la pena 100%.
Un consejo es que no llevéis demasiada ropa o la dejéis en el guardarropa que hay a la entrada porque hace muchísimo calor por las salas.
A las 17.15 salimos del Hermitage y montamos en el bus para dirigirnos a la Avenida Nevsky. Una avenida ideal para pasear y perderte por ella. Llena de tiendas, edificios emblemáticos. Preciosa.
Sobre las 18.15 llegamos de nuevo al barco para zarpar de regreso a Copenhague.
Durante la noche retrasamos una hora los relojes.
Distancia Tallin – San Petersburgo: 665 millas.
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