Si no fuera por París, Gante sería la ciudad medieval más grande de Europa. Con una gran riqueza histórica, en la que predomina por su espíritu de revuelta y su afán industrioso, se encuentra en la confluencia de los ríos Escalda y Lys. Fue escenario de batallas protagonizadas por sus ciudadanos, que se rebelaron contra los cuantiosos impuestos y la restricción de sus libertades civiles.
Su fiesta principal conmemora el momento en el que el Emperador Carlos I de España y V de Alemania sofocó una revuelta de los nobles ganteses que se negaban a pagar más impuestos para financiar las guerras del Emperador contra Francia, quitándoles todos sus derechos, destruyendo los muros de la ciudad y dejando a Gante en un segundo plano económico. Este lamentable episodio es recordado por todos los ganteses con una procesión en la que los nobles llevan una soga al cuello, como si fueran a ser ahorcados, recorriendo las calles de Gante hasta el Castillo de los Condes donde las echan al fuego en señal de rebeldía ante la algarabía de la ciudad entera.
Visitar Gante a finales de Octubre y que haya 21º…no tiene precio! Y eso es lo que nos sucedió el lunes. Desde Bruselas es fácil llegar a Gante. Desde la Gare Centrale apenas son 30 minutos de viaje.
Ese día, madrugar, lo que se dice madrugar no nos apetecía mucho, así que llegamos a la estación de tren a eso de las 12.15h. Viajar por Bélgica en tren es normalmente más barato los fines de semana con un billete llamado WEEKEND TICKET. El billete diario a Gante cuesta 8,50€, así que aprovechando las visitas que en este mes iba a recibir (3 findes de visitas), me saqué el billete GO PASS 10 . Es un papel con 10 huecos para que tú rellenes a boligrafo según te convenga el destino y fecha. El billete no es personal, sólo hay que rellenar tantas líneas como personas menores de 26 años viajen. Son 10 viajes por 50,00€ (5,00€/trayecto). En algunas ocasiones el billete estándar o el weekend es más barato que el Go Pass, pero en otras muchas no y sale más rentable viajar así.
Nosotros nos presentamos en la Gare Centrale con intención de visitar Gante. Gante no es destino final, si no una parada, así que para saber en qué tren montar echamos una ojeada a los paneles interactivos que por la estación hay.¡ATENCION! Gante no es Genk. Gante es Gant, Gent, Ghent. Nosotros tecleamos en la pantalla GEN y se autocompletó con GENK (que obviamente no era donde queríamos ir, pero pensamos que sí, que GENK era Gante). Ponía que se tardaba una hora y pico y llegaríamos al destino a las 15.00h. Buscamos como alternativa cuánto se tardaría a Brujas y vimos que el tren destino Oostende salía y llegaba una hora antes así que decidimos cambiar destino. Nos dirigimos al andén y vimos que en la pantalla ponía Oostende – Gent ST –P. ¡OMG! Pregunté a un señor belga y efectivamente ese tren llegaba a Gante incluso antes que a Brujas, así que genial, cambiamos de destino de nuevo.
Moraleja de este chascarillo, buscad bien cómo se llama la ciudad que queréis visitar en todos los idiomas: Francés, Flamenco e Inglés.
Pues el caso es que llegamos a la estación de St Pieters en Gante a las 13.30h aproximadamente. Nosotros llevamos mapa USE-IT (use-it.be), que nos dieron en la oficina de turismo para jóvenes de Bruselas.
Para llegar hasta el casco antiguo decidimos tomar el camino que nos llevaba por el Citadel Park. Citadel Park es el mayor parque público de la ciudad. Fue realizado en el solar de la antigua Ciudadela. En el centro se encuentra el Palacio de Fiestas, que alberga el SMAK y en el lado este el Museo de Bellas Artes.
Una vez salimos sal parque tomamos Overpoortstraat para llegar a Sint–Pietersplein, donde encontramos la Iglesia de San Pedro (Sint Pieter).
Continuamos por la calle del mismo nombre hasta llegar al edificio Vooruit. Unos metros más adelante giramos a la derecha para pasar el puente que cruza el rio Escalda (Schelde) y llegar a la Woodrow Wilson Plein, que alberga la Biblioteca. Desde aquí decidimos continuar recto buscando la Iglesia de Santa Ana (Sint-Annakerk). Decidimos incorporarnos a la calle Vlaanderenstraat que nos lleva directamente hasta el casco antiguo.
Lo primero que nos encontramos es el Duivelsteen, el Castillo de Gerardo el diablo. Convertido en la actualidad en el Archivo del Estado, este castillo fue en su día residencia de los castellanos de Gante.
A pesar de su nombre el caballero Gheraaert Villain, más conocido como el dibalo, nunca habitó en esta fortaleza del siglo XIII. A través de los siglos, este edificio fue utilizado como vivienda noble, arsenal, monasterio, escuela y seminario episcopal. En 1623, se convirtió en asilo de enfermos mentales y en orfanato masculino. Otra parte del edificio se empleó como cárcel o correccional.
En la plaza justo frente al castillo podemos ver la estatua de Lieven Bauwens, introductor de la hilandería mecánica en Europa y promotor del desarrollo industrial de la ciudad. Seguimos por la calle Limburgstraat para toparnos con Catedral San Bavón (St-Baafskathedral) que visitamos de forma gratuita y recomendamos merece la pena.
Este espléndido edificio mezcla los estilos gótico, románico y barroco. Aquí fue bautizado el emperador Carlos I de España y V de Alemania. Además es posible contemplar grandes obras como La entrada en el Monasterio de San Bavón de Rubens, el tríptico del Calvario de Wassenhove o Salomón recibe a la Reina de Saba de Lucas de Heere. En el interior de la iglesia, al fondo, llaman la atención las quince pequeñas capillas.
De frente en nuestro camino hayamos la Torre Belfort, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Visita imprescindible para los que no tengan fobia las alturas.
La Torre del Campanario forma junto a la Catedral de San Bavón y la Iglesia de San Nicolás, el mágico triángulo de las tres torres de Gante.
En cada planta hay diferentes museos. En la planta baja, La Sala Secreta fue inicialmente pensada como una planta semisubterránea, para convertirse más tarde en la sala de archivos donde se guardaban los privilegios que describían los derechos de la ciudad. En la primera planta encontramos El Cuarto de los vigías donde se puede observar las distintas veletas de dragón que desde sus comienzos han coronado la torre.
En el segundo y tercer piso se puede observar el Museo de las Campanas y la conocida campana Roeland. Ya por último en la cuarta planta encontramos el tambor del carillón que pone en funcionamiento 40 campanas.
Adosada a la Torre Municipal, está situada la Lonja del Paño. La antigua vivienda del carcelero, está adosada en la esquina de la Lonja del Paño. La fachada delantera está coronada por el ‘Mammelokker’ (el hombre que mamá). Este relieve representa al roma Cimón, que condenado a morir de hambre fue a escondidas amamantado por su hija.
Torre Belfort
– Hora: Lunes a Domingo: 10.00 – 18.00h.
– Precio: Adultos: 5,00€ / Estudiantes: 3,75€. / Visita Guiada: +3,00€
– Visita Guiada: Lunes a Doming: 15.30h en Ingles y Nederlandes
– Concierto de Carrillón:
Viernes: 11.30 a 12.30 por Jos D’hollander.
Domingos y Festivos: 11.00 a 12.00 por Geert D’hollader.
Primer domingo del mes (sept a junio) : 11.00 a 1200.
Nosotros visitamos la torre y nos encantaron las vistas. En la entrada nos dieron un panfleto informativo con lo que en cada piso podía verse. Raro que un museo estuviera abierto los lunes. Tuvimos suerte y mereció la pena.
Eran ya las 15.30h y con bastante hambre decidimos sentarnos en la primer sitio que vimos. En este caso BRASSERIE CAFE LEFFE, justo detrás de la Torre Belfort. Menudo error cometimos. Pagamos 40,00€ por 2 ensaladas que no nos gustaron demasiado y 2 botellas de agua de medio litro. Unos metros más adelante encontramos restaurantes de comida rápida que para un día de excursión nos hubieran sacado del apuro igualmente por la mitad de precio. Buscando por internet he encontrado la siguiente información que os dejo. Si os apetece probar algo típico de la ciudad, os aconsejo el Waterzooi de Gante. Lo hay de pescado o de pollo e incluso vegetariano.
Continuamos visitando por fuera la Iglesia de San Nicolas (St-Niklaaskerk), una iglesia gótico primitiva construida en la primera mitad del siglo XIII, siguiendo los esquemas de la región del Escalda y la Iglesia de San Miguel (St-Michielskerk). Desde el puente de San Miguel se pueden obtener una fantástica panorámica de las tres torres que forman el horizonte medieval de Gante. Además de disfrutar de unas buenas vistas del rio y sus muelles Graslei y Korenlei.
En estas calles podemos encontrar uno tras otro numerosos edificios antiguos que fueron en otro tiempo sedes de los diferentes gremios. El almacén de trigo, la Casa Gremial de los Mediadores de Granos, la Casa Gremial de los Marineros firmes, la de los recaudadores de impuestos o la de la Aduana. Juntas, son el testimonio del florecimiento de la economía gantesa durante la Edad Media.
Bajamos por la calle Korenlei continuando recto para dirigirnos al Het Gravensteen. El castillo condal es el edificio más importante de la época feudal de Bélgica. El castillo abre incluso los lunes, pero precisamente el día de nuestra visita estaba excepcionalmente cerrado.
El Castillo de los Condes de Flandes fue construído a finales del siglo XII por Felipe de Alsacia como símbolo del poder de la ciudad. Ubicado en pleno centro de Gante, sirvió como gran elemento defensivo ya que permitía la vigilancia y el control desde lo alto de la torre.
Desde sus orígenes el Castillo ha tenido varias funciones; en primera instancia fue residencia de los Condes de Flandes, posteriormente pasó a ser Casa de la Moneda, luego prisión y más tarde fábrica de algodón.
Justo en frente del castillo podemos ver la plaza Sint Veerleplein. Esta plaza también es llamada Sin Pharailde. Destaca sobre todo la fachada barroca del Oude Vismarkt. Continuamos nuestra visita por la Calle Langemunt y llegando a la plaza Vrijdagmarkt, donde podemos observar en el centro la estatua del promotor del desarrollo comercial de Gante en el siglo XIV, además de la Iglesia de San Jacobo (St- Jacobskeerk), nada espectacular. En esta plaza encontramos el famoso bar De Dulle Griet (www.dullegriet.be), donde se puede tomar una cerveza Kwak. Lo que hace curioso al local es que en prenda por el peculiar vaso que te dan con la cerveza, tendrás que dejar como fianza el zapato en una cesta que la cuelgan en el techo.
Vrijdagmarkt es la plaza mas grande de la ciudad, es por esto que se realizaban aqui los actos sociales más importantes. Entre todos los edificios destaca Toreken. En su tiempo fue la casa Gremial de los curtidores. Aqui se puede ver colgada una pequeña campana que daba el inicio al mercado. El edificio data del siglo XV y en su parte superior se encuentra la veleta de la sirena Melusina.
Regresamos junto a la Torre Berlfort por la Calle Belfortstraat y ya son las 17.30h. Aquí terminamos nuestra ruta, junto al Stadhuis y la Torre Berlfort.
Decidimos emprender el camino de vuelta, muy semejante al que habíamos tomado para llegar. Mientras volvíamos ya se dejaron ver los universitarios ganteses. La ciudad se convirtió en un bullicioso punto de encuentro para estudiantes salidos de sus clases. En la Plaza Sint-Pietersplein asistimos a un Mario Kart de carne y hueso. Algunos estudiantes, supongo que de algún circulo o fraternidad universitaria, estaban disfrazados montados en diferentes cachivaches con ruedas, como carritos del supermercado, triciclos o carretillas. El “juego” consistía en dar el máximo número de vueltas, mientras unos a otros se lanzaban globos de agua y hacían lo imposible para que otros ganaran. Fue divertido. Mejor que tirarse cerveza por encima e ir por la calle gritando como hacen algunos círculos en Bruselas.
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